Si eres de los que alguna vez ha dicho esto, lo primero que debes preguntarte es: ¿sabes qué son las habilidades sociales? Una vez aprendas cuáles son y cuáles tienes mejor entrenadas, podrás empezar a mejorarlas.

Qué son las habilidades sociales

En terapia decimos que las habilidades sociales son un conjunto de herramientas que se pueden aprender y entrenar para mejorar la interacción con los demás y, por lo tanto, mejorar nuestras relaciones sociales. Son estrategias que nos enseñan a enfrentar las relaciones interpersonales de manera más efectiva, y esto nos genera bienestar.

Además, tener desarrolladas unas buenas habilidades sociales fomenta una buena autoestima porque nos hace sentir capaces y valiosos en las interacciones con los demás. Por ejemplo, nos ayuda a expresarnos mejor, una conducta que a nivel emocional es muy beneficiosa.

Cuáles son las habilidades sociales

Podemos dividir entre habilidades básicas y avanzadas. Entre las primeras estarían las herramientas sencillas de comunicación, como hacer preguntas y responderlas, escuchar al otro o dar las gracias. Estas varían dependiendo de las normas sociales y culturales del contexto, y por lo tanto es importante tenerlo en cuenta.

Las habilidades sociales avanzadas son más variadas y requieren de una capacidad de introspección (analizarse a uno mismo) y trabajo personal mayor. La empatía, es decir, la capacidad de ponerte en el lugar del otro, es una de ellas. La asertividad también es una habilidad social compleja y, en mi opinión, la llave más importante para tener unas relaciones sociales o afectivo-sexuales sanas. 

Por otro lado, hay habilidades de tipo emocional como la regulación emocional. Tener un buen conocimiento del funcionamiento de nuestras emociones y de qué situaciones las disparan nos ayuda a predecir, en parte, y a entender cómo actúan los demás y por qué se sienten así. Aunque, por supuesto, siempre hay que usar la comunicación como nuestra mejor aliada, preguntando antes de suponer. Esto te va a ahorrar muchos disgustos. 

Relacionada con la asertividad, está la habilidad de saber pedir ayuda cuando se necesita, tan ausente en nuestra sociedad. Culturalmente, sobre todo en las generaciones anteriores, se entiende que pedir ayuda es un signo de debilidad, siendo todo lo contrario, una herramienta muy útil para solucionar los problemas de la vida. Nadie es independiente al 100%, y cuando entiendas esto, vas a vivir mucho más tranquilx sabiendo también que tienes esa opción disponible. 

Cómo entrenarlas

Te propongo un reto mensual. Comencemos por las habilidades más básicas. Analiza durante una semana cuántas conversaciones has sabido iniciar, mantener (escuchando, no solo hablando) y cerrar de manera satisfactoria. A la semana siguiente, intenta enumerar las veces que has sido agradecidx o lo han sido contigo. Pasemos a las habilidades complejas. Durante la 3ª semana, observa muy atentamente tus emociones, incluso anótalas a diario e intenta descubrir cuál ha sido el desencadenante. La última semana del mes, haz este mismo ejercicio con los demás. Te darás cuenta de que no hace falta ser Sherlock Holmes para descubrir por qué la gente actúa como actúa. 

Si sientes que adquirir y desarrollar tus habilidades sociales es tu objetivo del año 2022, una terapia psicológica puede ayudarte. Lxs psicólogxs no solo ayudamos a gente con ansiedad. 

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