Los problemas de autoestima son un clásico motivo de consulta para los psicólogos, aunque paradójicamente no suelen considerarse prioritarios por parte de quien demanda. ¿Quieres saber cómo mejorar tu problema de autoestima?
Autoestima es una palabra tan repetida, que casi ha perdido su valor. Por eso creo que es importante aclarar su definición y, ya de paso, lanzar unos tips para trabajarla.
Entonces, ¿qué es la autoestima?
Es la valoración que hacemos de nosotros mismos. A través de nuestras experiencias tempranas (buenas y malas) vamos creándonos una imagen propia a la que damos un valor X, y esto influye en cómo nos situamos en el mundo y cómo nos enfrentamos a lo que nos rodea.
Esta imagen se forma de manera adecuada si trabajamos el autoconocimiento. Si te has parado a reflexionar sobre tus habilidades, imperfecciones, virtudes, motivaciones… y crees que son coherentes con la realidad seguramente tengas la parte del autoconocimiento superada.
A partir de ahí, cada persona se otorga una valía, y por tanto unas expectativas de sí mismo.
¿Qué pasa cuando nuestra autoestima está dañada?
Si nos cuesta expresar nuestras opiniones, nos cuesta relacionarnos libremente con los demás, no nos sentimos bien cuando tenemos éxito porque creemos no merecerlo, solemos etiquetarnos de manera negativa o nos sentimos inútiles es posible que nuestra autoestima esté dañada.
La clave no está en tener mucha autoestima sino en tenerla sana.
Vale, y ¿qué podemos hacer para sanar y mejorar tu problema de autoestima?
- Conócete: el ingrediente fundamental de la autoestima es conocerse a uno mismo, y ese puede ser el primer paso. Elabora una lista de tus cualidades/defectos, reflexiona acerca de los logros que has conseguido o escribe un diario con tus pensamientos al final del día.
- Respétate: una vez tengas una imagen propia más ajustada, respétala. Aprende a aceptarte con tus limitaciones y no les des tanta importancia. La intención no es que sólo pienses cosas bonitas de ti mismo, sino que asumas que tienes defectos y que no pasa nada por ello.
- Defiéndete: tienes derecho a decir lo que piensas de manera asertiva (de esto ya hablaré en otro capítulo) aunque los demás no lo aprueben. Tú eres quien más tiene que valorar tu opinión, y si esto te cuesta, quizá tengas trabajo por delante.
- Cuídate: dedícate tiempo a ti mismo. Haz una lista de cosas con las que disfrutas y tira de ella de vez en cuando. Intenta detectar los auto-mensajes negativos (“soy un desastre”) y destiérralos.
Estos son sólo algunos cambios que podemos hacer para mejorar nuestra autoestima, pero evidentemente cada persona es un mundo. Busca qué te puede venir bien y hazte un favor a ti mismo.
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