Ante la posibilidad de perder a alguien querido, durante el proceso de duelo, parece que estaríamos dispuestos a hacer cualquier cosa para evitar que esa persona nos deje. Nos encontramos en un laberinto de pensamientos donde nos decimos «ojalá…» o «¿y si…? «. Anhelamos que la vida vuelva a ser como era, deseamos que nuestro ser querido regrese, y soñamos con retroceder en el tiempo.
La negociación a menudo viene acompañada de sentimientos de culpa. Esos «ojalás» nos llevan a cuestionarnos y pensar en lo que podríamos haber hecho de otra manera. Incluso intentamos hacer un trato con nuestro dolor, dispuestos a cualquier cosa con tal de no sentir la tristeza de esta pérdida. Nos aferramos al pasado, tratando de liberarnos de ese sufrimiento, algo que la psicología reconoce como parte natural del proceso de duelo.
Muchas personas piensan que las etapas del duelo duran semanas o meses, olvidando que son reacciones a sentimientos que pueden durar solo minutos u horas, mientras fluctuamos de una emoción a otra. No pasamos por cada etapa de forma lineal. A veces atravesamos una, luego otra, y luego volvemos a la primera. En estos momentos, contar con apoyo profesional a través de la terapia online puede ser fundamental para procesar estas emociones.
En algunos casos, la negociación ayuda a nuestra mente a moverse de un estado de pérdida a otro, siendo una estación intermedia que nos da el tiempo necesario para adaptarnos. Este proceso puede llenar los vacíos emocionales que acompañan a las emociones intensas, manteniendo el sufrimiento a raya. Nos permite creer que podemos restaurar algo de orden en el caos que nos rodea, una idea que a menudo se explora en terapia.
Con el tiempo, la negociación cambia. Podemos empezar deseando que nuestro ser querido se recupere, y más adelante, incluso llegar a desear intercambiar nuestro lugar con el suyo. Cuando aceptamos que la muerte es inevitable, podemos negociar para que sea un proceso sin dolor. Y cuando la muerte ya ha ocurrido, la negociación se traslada del pasado al futuro. Podemos desear volver a ver a esa persona en el cielo, o pedir que no haya más enfermedades en nuestra familia, o que ninguna otra tragedia afecte a nuestros seres queridos.
Al pasar por la etapa de negociación, nuestra mente reinterpreta los eventos pasados mientras explora todo lo que podría haberse hecho y no se hizo. Sin embargo, al final, la mente siempre llega a la misma conclusión: la dolorosa realidad es que la persona querida ya no está con nosotros.
Terapia para tratar el proceso de duelo
El proceso de duelo es complejo y, en ocasiones, abrumador. Es en este punto donde la terapia online puede ofrecer un espacio seguro y accesible para hablar de nuestros sentimientos y recibir orientación. La psicología moderna, a través de la terapia online, nos permite trabajar nuestras emociones desde la comodidad de nuestro hogar, brindándonos herramientas para afrontar el dolor y encontrar una forma de seguir adelante.
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