¿Esto que tengo podría ser ansiedad?

Vivimos en una sociedad donde cada vez son más frecuentes los problemas de salud mental. Un 6% de la población padece trastornos mentales, siendo mucho más común en mujeres. Pero,¿qué pasa con aquellos que sienten uno o varios síntomas sin llegar a tener un diagnóstico? ¿Cómo saber si lo que siento es ansiedad?¿Les vendría bien la terapia psicológica también? La respuesta siempre es sí. 

¿Qué es la ansiedad y cómo reconocerla?

Es importante saber que existen diferentes tipos de ansiedad, como la ansiedad generalizada, la agorafobia o la fobia social. Sin embargo, no necesitas cumplir todos los criterios de un trastorno para sentir malestar. La ansiedad puede manifestarse de muchas maneras y afectar tu vida diaria sin que necesariamente haya un diagnóstico formal.

Síntomas de la ansiedad: mente y cuerpo

La ansiedad no solo afecta a nivel mental, con esos pensamientos negativos recurrentes que a veces parecen imposibles de detener. También se manifiesta físicamente. Algunos síntomas comunes son:

  • Molestias estomacales.
  • Sensación de falta de aire o dificultad para respirar.
  • Presión en el pecho.
  • Aumento del ritmo cardíaco.
  • Escalofríos, mareos o temblores.

Si has sentido alguno de estos síntomas y no tienes ninguna afección médica que los explique, es posible que estés experimentando ansiedad sin saberlo.

Crisis de ansiedad o ataques de pánico: ¿cómo identificarlos?

Cuando estos síntomas aparecen de forma repentina e intensa, y duran varios minutos, es probable que estés sufriendo una crisis de ansiedad o ataque de pánico. Es una sensación muy angustiante que, en muchos casos, se confunde con un infarto. Si esto te ocurre, es fundamental buscar ayuda profesional para aprender a manejar estas situaciones.

La terapia online como herramienta de apoyo

No necesitas esperar a que la ansiedad controle tu vida. La terapia online o presencial puede proporcionarte herramientas prácticas para manejar estos síntomas y reducir su frecuencia. Aprenderás a identificar los desencadenantes, gestionar el malestar y recuperar el control sobre tu mente y tu cuerpo.

Recuerda: pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino un acto de valentía. Da el primer paso hacia tu bienestar y no dejes que la ansiedad defina tu día a día. La terapia online o presencial puede enseñarte herramientas para manejar estas dificultades y que disminuya su aparición.

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