Discutir en pareja no es algo negativo. De hecho, muchas veces, en mi consulta de psicología online me encuentro con personas que aseguran no haber tenido nunca un conflicto con su pareja. Y, aunque pueda sonar ideal, en realidad es una señal de alerta. ¡Sospecha confirmada!

Los conflictos son normales (y necesarios)

Ninguna pareja es igual, pero todas tienen algo en común: los desacuerdos. Pasar tiempo juntxs genera roces, y es completamente normal. Lo que realmente importa no es evitar las discusiones, sino aprender a gestionar los conflictos de manera sana.

A menudo, las peleas surgen por dos grandes razones: la falta de comunicación y la mala gestión de las expectativas que ponemos en la otra persona. Esto suele desembocar en frustración, enfado y distanciamiento emocional.

¿Entonces hay que discutir con tu pareja todo el rato?

No, la clave no es discutir más, sino resolver mejor los conflictos. Un desacuerdo sin resolver se queda latente, como un volcán activo con pequeñas erupciones que desgastan la relación poco a poco. Es fundamental cerrar esas discusiones, llegar a acuerdos y no dejar cabos sueltos que generen tensión continua.

¿Por qué discuten las parejas?

Diversos estudios señalan que uno de los detonantes principales son las necesidades no satisfechas. Los estilos de apego, por ejemplo, influyen directamente en la forma de relacionarnos. Si tu pareja no satisface esa necesidad de conexión, es probable que surjan conflictos.

Otro factor importante es la búsqueda de aceptación. Muchas personas asocian su valía personal con el nivel de aprobación que reciben de su pareja. Sentirnos aceptados y amados con nuestras luces y sombras es muy poderoso, pero cuando esa validación no llega o no se expresa como esperamos, pueden aflorar sentimientos de abandono o rechazo.

Y, por supuesto, está el temido manejo de expectativas. Imaginamos situaciones, anticipamos reacciones y creamos guiones mentales que rara vez coinciden con la realidad. Cuando esas expectativas no se cumplen, la decepción y la frustración entran en escena. ¡Y ahí tenemos otro motivo de discusión! 😅

¿Cómo manejar mejor las discusiones en pareja?

  • Identifica los motivos recurrentes: Entender qué suele detonar las peleas te ayuda a anticiparlas y gestionarlas mejor.
  • Cierra los conflictos: No dejes discusiones abiertas; busca soluciones y acuerdos que pongan punto final a los desacuerdos.
  • Comunica de manera asertiva: Expresa tus necesidades sin atacar, escucha sin interrumpir y busca comprender antes de responder.
  • Trabaja en la empatía: Intenta ponerte en el lugar de tu pareja para entender su punto de vista.

    Recuerda: discutir en pareja no es el problema, sino la forma en que gestionamos esas discusiones. Si sientes que los conflictos se repiten y no sabes cómo resolverlos, la terapia online puede ayudarte a mejorar la comunicación y fortalecer la relación. 💛
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