«No sé si odio mi trabajo… o si soy yo.» «Quiero cambiar de trabajo, pero me paraliza solo pensarlo.» «¿Y si me arrepiento después?». Si te sientes así, bienvenida a un lugar común: la crisis laboral silenciosa. Esa que no siempre estalla, pero que desgasta, agota y te hace dudar hasta de ti misma.
Vamos a hablar de lo que nadie cuenta con sinceridad sobre cambiar de trabajo: lo que se siente, lo que cuesta, y cómo acompañarte emocionalmente en el proceso.
🚨 ¿Es estrés o una crisis laboral más profunda?
El estrés laboral es una respuesta natural del cuerpo a una sobrecarga de tareas, a un entorno poco saludable o a una falta de reconocimiento. Pero cuando ese estrés se cronifica y empieza a colarse en tu estado de ánimo, tu autoestima o tu salud física… hablamos de otra cosa.
Hablamos de una crisis laboral, que puede manifestarse así:
- Te levantas con ansiedad cada día de trabajo
- Empiezas a fantasear con dejarlo “todo” sin plan B
- Sientes que tu trabajo ya no encaja con quién eres ahora
- Te juzgas por no “aguantar” como antes
Spoiler: esto no es debilidad, es una señal. Algo dentro de ti está diciendo: necesitamos un cambio.
💭 Cambiar de trabajo no es solo actualizar el CV
Hay muchas razones por las que cambiar de trabajo puede generar ansiedad:
- Miedo a la incertidumbre: ¿Y si no consigo nada mejor?
- Culpa por “no estar agradecida”: ¿Quién soy yo para quejarme si tengo trabajo?
- Autoexigencia brutal: ¿Y si fallo? ¿Y si decepciono a alguien?
Pero cambiar de trabajo no va de impulsividad, va de reconectar con lo que necesitas ahora. Porque el trabajo también es salud mental.
🧠 ¿Y si vas a terapia para tomar esta decisión?
La terapia psicológica puede ayudarte a:
- Identificar si lo que vives es ansiedad, burnout, o algo más profundo
- Diferenciar entre un cambio necesario y una huida
- Reconectar con tu motivación y valores laborales
- Tomar decisiones con menos miedo y más claridad
No siempre saldrás de la primera sesión con un plan, pero sí con la brújula más orientada. Y eso ya es un cambio.
🌱 Una crisis laboral no siempre se ve desde fuera, pero se siente desde dentro
No necesitas odiar tu trabajo para dejarlo. A veces simplemente has cambiado tú. Y eso también es válido.
Tu malestar no se arregla con frases motivacionales ni con más listas de pros y contras. Se cuida, se escucha y, si es necesario… se transforma.
No responses yet